DÍA 6

 

He dejado para hoy, el sexto día, un tema que los mayores nos decís muy a menudo pero que no tengo claro de que sepáis lo bueno que es para nuestra felicidad: lo importante que es compartir.
 
Hoy vamos a hablar de la generosidad, de altruismo, de lo felices que nos hace hacer algo por otro.
 
Tanto, que a veces, y sabiendo lo felices que nos hace a nosotros mismos hacer algo por otros, deberíamos llamarlo egoísmo y no generosidad.
 
Se han hecho muchos estudios en los que se pedía a muchas personas a las que se les daba una cantidad de dinero, que compraran una bolsa sorpresa para sí mismos o una bolsa para alguien hospitalizado a quien no conocían en su localidad. Todos los que eligieron entregarle el regalo a otro, se declaraban más felices que los que optaban por gastarse el dinero en ellos mismos.
 
También se han hecho pruebas con niños como yo, y se ha comprobado que sonreímos más cuando hacemos un regalo que cuando lo recibimos.
 
Dedicar nuestro tiempo, dinero o esfuerzo a otros nos hace más felices que comprar más cosas para nosotros.
 
Cuando ayudamos a otros, nuestro cerebro produce hormonas como la dopamina o la oxitocina, relacionadas las dos con la felicidad que sentimos.
 
¡Y encima la generosidad es contagiosa!

 

¿Qué te parece si para nuestro ejercicio diario somos un poco egoístas y, para ser más felices, hacemos un acto de generosidad?

Tienes que pensar en un acto de generosidad que vayas a hacer mañana por alguien. Tienes que pensar con quien vas a tenerlo y en qué va a consistir. No hace falta que sea muy grande. ¡No sabes lo feliz que le hacen a las personas incluso los pequeños detalles!
Y aquí está mi acto de generosidad que yo me comprometo a hacer mañana.